Septiembre, 2020
Elbeuf, Rouen, Francia.
Finaliza el mes de septiembre, un mes lleno de fuerza y de muchas ilusiones; pues, comenzaba una nueva aventura en mi vida. Me iba de voluntaria a una asociación para los jóvenes y la cultura a una pequeña ciudad de Rouen, para ser más exactos a Elbeuf.
Gracias a mi asociación Viaje a la Sostenibilidad, pude estar tranquila los días antes de mi partida, pues soy una persona bastante nerviosa… Pero ellos supieron darme las respuestas y tranquilizarme.
Pero bueno, irse un año de tu país, lejos de tu familia y de tus amigos, siempre es difícil, aunque ese miedo baja cuando llego a Elbeuf y conozco al equipo del MJC, lugar donde voy a trabajar durante 365 días.
Me acogieron como una pequeña familia, nos dieron alimentos para los primeros días, y nos mimaron cual gallina con sus pollitos. En el apartamento donde convivo con mis compañeros Sabrine (Túnez), Lisette (Italia) y Mika (Alemania), nos hemos inventado un idioma entre el francés, el inglés y la mímica, y os contaré algo ¡Funciona!.
Tengo la suerte de haber estudiado francés no hace mucho, algo que me ayuda mucho a la hora de comprender y hablar, pero he de decir que la inmersión lingüística es lo mejor para aprender un idioma, además, mi asociación me brinde clases de francés para que sea mucho más fácil comenzar a vivir aquí y poder comunicarse uno.
También comencé a conocer un poquito de Normandía, pues el pasado fin de semana, emprendí viaje hacia la costa, (la echaba mucho de menos porque en España vivo muy cerquita del mar) conocí Le Havre y Étretat. ¡Lugares recomendadísimos!
¡Está siendo una experiencia totalmente única! Acaba el primer mes de este gran proyecto y estoy deseando ver qué me depara los venideros meses.
¡Hasta pronto!
Laura.