ENERO 2020
Estos primeros 15 días en Francia han sido un continuo descubrimiento. Desde la ciudad a la asociación y sus diferentes actividades, pasando por todas las personas que colaboran con ella, así como los nuevos compañeros de piso.
Por si fuese poca novedad, a los 4 días de llegar me enviaron una semana a un seminario en Narbonne, por lo que crucé el país en trenes para encontrarme con un gran grupo de voluntarios europeos venidos de todas partes de Francia para participar en el seminario.
Los 5 días en Narbonne fueron estupendos, salvo por la lluvia constante. Me permitieron conocer a gente estupenda y pasamos muy buenos ratos. Realizamos diferentes talleres para conocer mejor la cultura y la lengua francesa, así como para conocernos mejor a nosotros mismos y al resto del grupo.
El día en que se supone que debíamos volver a nuestras respectivas casas, la huelga en los servicios de transporte público y las inundaciones nos obligaron a unos pocos a pasar la noche en Montpellier, por lo que tuvimos la oportunidad de conocer también esa ciudad.
Ya de vuelta en Elbeuf (Normandía), estos últimos días he estado asistiendo a las diferentes actividades que ofrece la MJC, tales como apoyo escolar a los alumnos de colegios de la zona, programación, clases de guitarra, talleres de conversación y de lengua francesa, etc.
También estoy comenzando a viajar con mis compañeros de piso, con los que he estado ya en París y en la vecina Rouen.
Aun me encuentro en periodo de descubrimiento de todas las posibilidades que me ofrecen en la asociación, por lo que probablemente en mi siguiente escrito podré contar un buen número de experiencias nuevas.